Jake Gyllenhaalnunca fue un actor que se caracterizó por tener buen cuerpo, es más, era bastante flaco como para interpretar a un galán o a un héroe de una película de acción. Es por eso que esta vez tuvo que trabajar su físico para conseguir el papel protagónico en la película “Prince of Persia: The Sands Of Time”.

Durante las filmaciones en Marruecos se lo vio demasiado musculoso, caminando de la mano de su novia, la actriz Reese Witherspoon (“Legalmente Rubia”). Para poder interpretar al príncipe Dastan, el actor de 27 años prácticamente se instaló en un gimnasio, durante los últimos meses.

La nueva película de Gyllenhaal, no habla de un amor homosexual, como “Secreto en la montaña”, ni tampoco es un film tremendista como “El día después de mañana”.

Esta nueva obra hollywoodense se basa en un popular videojuego, que habla sobre un príncipe que debe enfrentar a un diabólico mago, interpretado nada más ni nada menos que por el ganador del Oscar, Ben Kingsley. Además, el director es Mike Newell, conocido por dirigir una de las entregas de Harry Potter.

Será por eso que a Jake Gyllenhaal no le importó cambiar su imagen. Quería estar presente en la película a toda costa.


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